"EL VIAJE DE MARÍA" Corto sobre el Autismo.


Fuente: http://www.rtve.es/alacarta/videos/version-espanola/...

El pasado martes 11 de octubre, Versión Española emitiró "María y yo", una excelente película que nos acerca con amor y con humor, a la vida de María, una niña con autismo. Como adelanto, ofrecieron este maravilloso cortometraje creado por el padre de María, el gran dibujante Miguel Gallardo, y dirigido por Félix Fernández de Castro.
 Dentro de su labor por difundir y hacer llegar el conocimiento del autismo a la sociedad, la Fundación Orange ha producido 'El viaje de María', un cortometraje de animación realizado por el dibujante Miguel Gallardo, padre de una hija con autismo. El viaje de María es una pequeña excursión al mundo interior de una adolescente con autismo, un viaje lleno de color, amor, creatividad y originalidad, que nace en el recorrido de unos padres que ven cómo su hija se comporta de una manera especial hasta confirmar el diagnóstico: autismo

Logopedia en Mensalud

En MENSALUD logopedia nuestro objetivo principal es el diagnóstico, y la rehabilitación de todas aquellas patologías que se encuentran relacionadas con la afectación de la voz, el habla o el lenguaje.

Desde una perspectiva integradora, orientando a los familiares y profesionales relacionados con el paciente, pretendemos ante todo mejorar su comunicación, y por tanto, su calidad de vida y la de los que le rodean.

Más información en: http://www.mensalud.es/

Dislalias

¿DISLALIAS…?: UNA BREVE HISTORIA

“Laura se levanta a las ocho y media. En cinco minutos es capaz de lavarse la cara, desayunar y salir corriendo por la puerta. Este año ha empezado 1º de primaria y se ha dado cuenta de que las cosas son mucho más serias que antes: un montón de deberes, hacer malabarismos entre papá, mamá y la abuela para llegar a las extraescolares. Laura lleva toda la vida yendo al mismo colegio y está muy integrada, o lo que es lo mismo, va contenta la mayoría de los días y en agosto está deseando volver a ver a sus amigas. Sólo hay algo que algunas noches le hace difícil dormirse y da vueltas y más vueltas en la cama deseando que esos pensamientos desaparezcan cuando vuelva a apagar la luz. Ahora que han empezado a escribir y a leer “en serio” Laura ve con frustración como los sonidos que vuelan en su cabeza, bajan por su brazo, llegan a su mano, y cuando aterrizan en el papel, lo hacen confusos e impredecibles. Ve cómo, algunas veces, los niños que antes jugaban en el patio con ella, se ríen cuando habla en clase. Y lo peor es que no sabe qué hacer para evitarlo. Cada vez habla menos, participa menos. A lo mejor el cole, ya no es tan divertido.”
Un poco exagerado, ¿verdad?, o quizá no. Por suerte, la mayor parte de los profesores de infantil y primaria están muy bien formados en todos los aspectos que atañen al desarrollo del niño, incluidos, por supuesto, el habla y el lenguaje y los padres, hoy en día, tienen mucha más información de la que no disponían los nuestros. Sin embargo, lo que le ocurre a Laura, en ocasiones, puede parecer poco importante: Aparentemente no influye en su rendimiento escolar y “la niña no está acomplejada”. Confiemos en que el tiempo lo cure todo y en que Laura madure. Pero Laura, no es una manzana, y de momento la tenemos en la cama con una ansiedad incipiente.
Las dislalias son un trastorno de la articulación de los fonemas (sonidos) o bien por su ausencia o alteración o por la sustitución de éstos por otros (“caza” por “casa”, “pego” por “perro”). Así es como se define la desazón de Laura, y ahora que Ud. ya lo sabe recordará a ese conocido político que se esfuerza por no cecear las eses cuando da un discurso o a su amiga Rita, que se cambió el nombre, por el de Tita.
En efecto, el hecho de que hablemos de un “mero” trastorno de la articulación sin una base neurológica, es decir, sin que el S.N.C (Sistema Nervioso Central) esté afectado (en cuyo caso hablaríamos de disartria) ni la causa de que se produzca sea una deficiencia auditiva (dislalias audiógenas), parece disipar la necesidad de buscar ayuda, al menos de forma inmediata, y a veces erróneamente, se aconseja a los padres esperar a los 7 u 8 años para hacerlo. Pero espere, y no salga corriendo todavía: Existen un tipo de dislalias, que los especialistas denominan evolutivas. Se trata de alteraciones de la pronunciación que forman parte de la evolución normal en el habla del niño. En general, suelen desaparecer con el paso del tiempo por lo que no está indicado intervenir en ellas antes de los 4 años. Los padres deben hablar a los niños de forma clara y precisa, sin fomentar los errores porque “hagan gracia” y no permitiendo las burlas a su costa.

La dislalia de la que estamos hablando es la llamada dislalia funcional: esto quiere decir que los errores de omisión, sustitución o distorsión que se producen son debidos a causas funcionales, es decir, a una falta de coordinación entre todos o algunos de los factores que participan en la producción de un determinado sonido. Normalmente se produce por una inadecuada coordinación psicomotriz de los órganos fonoarticulatorios sin que esté asociada a la malformación orgánica de algún órgano de la articulación (disglosias): labios, lengua, paladar, etc, en cuyo caso se denominarían dislalias orgánicas.

Si su hijo tiene más de 4 años y cree observar en él algo de lo que aquí estamos hablando, le recomiendo buscar ayuda especializada tan pronto como sea posible, a no ser que por ejemplo, aún tenga 5 años y los únicos sonidos que no produce o que realiza incorrectamente sean la “r” o las sílabas trabadas (plato, broma).

El logopeda realizará una primera entrevista personal con los responsables del niño en la que recabará información sobre la historia clínica y el desarrollo motor y lingüístico del mismo. Esta primera toma de contacto orientará al especialista sobre si la dislalia que presenta el niño es meramente funcional o por el contrario existen datos que le hagan sospechar que tiene un origen audiógeno o neurológico, en cuyo caso derivará al paciente con el fin de que sean realizadas las exploraciones médicas oportunas y ello le permita establecer un diagnóstico y una rehabilitación adecuadas.

Normalmente, el tratamiento será abordado desde una perspectiva lúdica, mediante la cual se busca la motivación continua y la participación activa del niño en su proceso de aprendizaje. Asimismo, la intervención logopédica se llevará a cabo con una intensidad variable (en número de sesiones y en tiempo) ajustada a sus necesidades

El éxito de la intervención depende de varios factores como el grado de atención del niño durante las sesiones, la cooperación con el terapeuta, el coeficiente de inteligencia, la capacidad de discriminación auditiva y especialmente, la precocidad con la que se inicie el tratamiento.




María García Abia
Logopeda
Centro de Psicología Mensalud

¿Qué es la Dislexia?

ALGUNAS PINCELADAS SOBRE LA DISLEXIA
¿QUÉ ES LA DISLEXIA?


Es la grave dificultad que se presenta para el aprendizaje de la lectura y la escritura, sin que haya razones referentes al coeficiente intelectual, edad cronológica del sujeto o nivel de escolarización, que la justifiquen.
Este matiz, es precisamente, el que hace posible la existencia del concepto “dislexia”. Es decir, el hecho de que un individuo tenga serios problemas para acceder al aprendizaje de habilidades instrumentales básicas, como la lectura y la escritura, y sin embargo, conserve intactas el resto de sus capacidades. Esto es lo que va a definirle específicamente como “disléxico”.

¿CÓMO Y CUÁNDO PODEMOS PENSAR QUE UN NIÑO ES DISLÉXICO?

En mi opinión, el síntoma clave de la dislexia es el resultado obtenido por el niño en pruebas estandarizadas de lectura y escritura, muy por debajo de lo esperable, dada su edad cronológica, su nivel de escolarización y su capacidad intelectual.
La dislexia puede ser detectada en el aula, cuando se produce una grave dificultad en el aprendizaje de la lectoescritura, que se manifiesta en aspectos como la lentitud exagerada, la tendencia a deletrear y la escasa comprensión del texto a causa de la falta de ritmo al leer. El nivel de exigencia es tan alto para decodificar un texto, que la propia fatiga y la desmotivación, pueden bloquear la interpretación abstracta de dicho texto.

Otros elementos en este sentido, que pueden darnos la pista sobre la existencia de este trastorno son los siguientes:

• Los problemas con la ortografía natural son el predictor más significativo: en 3º de primaria la correspondencia grafema-fonema (letra – sonido) y la separación de las palabras, debería estar ya consolidada por completo.
• El niño posee una escasa o nula conciencia fonológica (capacidad para analizar y manipular los sonidos), y tiene problemas con los módulos automáticos del lenguaje (seriación, aritmética, memoria a corto plazo, etc).
• Un desarrollo tardío o defectuoso del lenguaje puede ponernos en alerta, aunque este aspecto no es ciertamente determinante.
• Por otro lado, la desidia del niño ante los reiterados contenidos escolares, y la tendencia a la distracción, son claves a la hora de sospechar que podemos estar ante un disléxico, pues el distraimiento es un síntoma consustancial a la dislexia.

APROXIMACIÓN A LA EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA

Para realizar un diagnóstico de dislexia, que sea coherente con este concepto, es fundamental descartar antes los siguientes aspectos:
 Defectos de la visión y de la audición.
 Coeficiente intelectual por debajo de lo normal.
 Existencia de una perturbación emocional primaria.
 Dispedagogía (enseñanza inadecuada).
 Problemas graves de salud
 Que no se den lesiones cerebrales diagnosticables que puedan afectar al área del lenguaje.
 Retraso grave del desarrollo.

Debe conocerse la existencia o no de antecedentes de dificultades similares en la familia, puesto que ello orientaría el diagnóstico.

IMPORTANCIA DE LA FAMILIA Y LA ESCUELA EN EL PROCESO DE REEDUCACIÓN.

De la familia y la escuela depende que el niño no desarrolle toda una psicopatología a causa de la dislexia:
Los profesionales deberíamos desmitificar este trastorno y despojarlo del halo de misterio que suele envolverlo. Informar al niño con claridad de las características propias de este problema de aprendizaje y ayudarle a abordarlas con optimismo.

Los padres deben fomentar la autoestima del niño, y tener clara una escala de valores justa, dadas sus limitaciones, con la que evaluarlo.

La familia debe aprender a aceptar que su papel es diferente al del psicopedagogo o logopeda. Con frecuencia, el interés por formar parte activa en el proceso de enseñanza del niño, puede tornarse en una carga muy negativa para todos, en especial para su hijo.

Sin embargo, también es importante que descubran que tienen la capacidad de acompañar al niño en esa aventura mágica que es la lectura, con el único objetivo de disfrutar juntos.

ALGUNAS ACTUACIONES NECESARIAS EN LA ESCUELA PARA UN APRENDIZAJE EFICAZ DE LOS ALUMNOS DISLÉXICOS.

 Hacer saber al niño que se está interesado en ayudarle.
 Proporcionar información clara al niño y a su familia sobre este trastorno, sus características, perspectivas, medidas de reeducación, etc.
 Siempre que sea posible dar al niño una atención individualizada.
 Asegurarse de que el niño ha entendido las instrucciones que se han dado para realizar una determinada tarea. Repetir varias veces la información nueva: los niños disléxicos tienen problemas de memoria a corto plazo y poca capacidad de atención.
 Debe tener en cuenta que a menudo necesitará ayuda para relacionar los conceptos nuevos con los previos.
 Transmitir al niño la tranquilidad de que dispone del tiempo necesario para terminar sus trabajos, aunque ello suponga un retraso respecto al avance del grupo.
 Aumentar el número de instrucciones verbales. Sustituir en la medida de lo posible el material escrito por indicaciones orales. Hacer los exámenes orales siempre que sea posible.
 Tener en cuenta el nivel de aptitud lectora del niño a la hora de hacerle leer.
 Evaluar los progresos del niño de acuerdo a él mismo y no al grupo. Evitar la corrección sistemática de sus errores, y hacer hincapié sólo en aquellos en los que se está trabajando en cada momento.
 Tener en cuenta que no puede realizar la misma cantidad de deberes que el resto de sus compañeros, por el esfuerzo excesivo y desalentador que ello le produce.
 Dar al fortalecimiento de la autoestima de estos niños tanta importancia como a cualquier aspecto pedagógico: es decir, dar al alumno la oportunidad de hacer aportaciones al grupo y poder sentirse valorado.
 Evaluarle conforme a sus logros y esfuerzos personales: orientarle al éxito.
 Proporcionarle cualquier instrumento alternativo a la lectura y la escritura que pueda serle de utilidad: calculadoras, grabadoras, etc.



María García Abia
Logopeda
Centro de Psicología Mensalud

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